¿Por qué la tecnología está reduciendo la productividad en lugar de impulsarla?

Redacción MidPoint | 25 de agosto 2023
Inteligencia artificial, plataformas de comunicación, robots, automatización, y más. Son miles los avances tecnológicos que se han desarrollado en los últimos 20 años y que han cambiado la forma en que el mundo funciona.
Sin embargo, parece que en lugar de hacernos más rápidos y alcanzar mejores resultados, nos ha vuelto más lentos. ¿Cómo puede ser eso posible?
De acuerdo con los datos de Reino Unido, la productividad estuvo al alza entre 1974 y 2008, pero se ha venido desplomando aproximadamente 0,5% entre los años 2008 y 2020. En Estados Unidos sucedió lo mismo, tras un periodo en que la productividad aumentaba de manera consistente, comenzó el descenso. Y la historia es la misma en la mayoría de países occidentales.
¿Qué opinan los expertos?
Para los expertos, existen algunas explicaciones de por qué la productividad no ha aumentado pese a la revolución tecnológica en la que nos encontramos. Una de las explicaciones más sencillas es que el impacto se ve de manera mucho más lenta, es decir, hacen falta más años antes de poder medir claramente el impacto de la tecnología en el ambiente de trabajo y la productividad.
La segunda explicación, sin embargo, apunta a que simplemente no estamos midiendo de manera adecuada. Es decir, los datos que acumulamos no son los adecuados para poder medir los resultados.
En ese sentido, los expertos también consideran que muchas veces la productividad queda fuera de lo que miden las estadísticas generales; esto demuestra que para medir adecuadamente el impacto de la tecnología, las cifras a las que prestamos atención, las áreas y los procesos deben modernizarse y adaptarse a lo nuevo que se quiere medir.
La innovación y su aplicación toma tiempo
Por otro lado, en la historia ya se han visto ejemplos de innovaciones que tardaron varias décadas antes de comenzar a hacer un impacto. Una clara muestra es el motor de vapor, que tras haber sido patentado en 1769, no fue aplicado y usado masivamente hasta 1830 con el primer ferrocarril y 1950 con la base ferroviaria. Casi 80 años entre la invención y el uso de manera masiva, lo que efectivamente demostró el impacto.
Y lo mismo sucedió con la electricidad, con al menos 40 años entre su invención y la electrificación de ciudades o países enteros.
Esto podría significar que la explicación referida al tiempo podría ser la adecuada. Y que cuando un país o una compañía realmente comience a utilizar la tecnología de una manera constante para modificar sus procesos, se verá que los números comienzan a cambiar.
En conclusión, la tecnología se ha desarrollado y está disponible para gran parte de la población, el reto está en saber cómo aplicarla para motivar la productividad y alcanzar mejores resultados.
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