Moneda común para Latinoamérica: una mala idea
Redacción MidPoint | 18 de julio 2024
Se trata de una propuesta ambiciosa y controversial. Recientemente, los presidentes de Argentina y Brasil, Alberto Fernández y Luiz Inacio "Lula" da Silva, han propuesto la creación de una moneda común para Sudamérica, conocida como el "sur".
Esta iniciativa tiene como objetivo facilitar el comercio interregional y reducir la dependencia del dólar estadounidense. La idea fue presentada como una medida para avanzar en la integración económica y financiera de la región.
Sin embargo, la propuesta ha sido recibida con escepticismo por parte de muchos economistas, siendo una de las razones las dificultades de su implementación. Y es que las diferencias significativas en las economías de Argentina y Brasil representan un gran obstáculo.
Argentina enfrenta una inflación descontrolada que superó el 90% en 2022, mientras que Brasil mantuvo una inflación mucho más manejable, alrededor del 6%. Estas disparidades económicas complican la posibilidad de establecer una política monetaria común que sea efectiva para ambos países.
Desafíos históricos y económicos
La idea de una moneda común no es nueva en la región. En los años 80, estos mismos países ya habían intentado crear una moneda de comercio llamada "gaucho", que nunca se materializó. Otros intentos más recientes también han fracasado debido a las mismas razones: economías demasiado dispares y políticas fiscales incompatibles.
Para que una moneda común funcione, los países involucrados deben tener niveles similares de inflación, tasas de interés y políticas fiscales. La falta de alineación en estos aspectos hace que la idea de una moneda común sea inviable en el contexto actual de América Latina.
Los economistas de Oxford Economics y otras instituciones han señalado que los dos países no cumplen con los requisitos básicos para una unión monetaria exitosa.
¿Qué implica una nueva moneda en el ámbito geopolítico y económico?
La introducción de una moneda común en Sudamérica también tendría implicaciones geopolíticas significativas. Reducir la dependencia del dólar estadounidense podría alterar la dinámica del poder económico global y reflejar una tendencia hacia la desdolarización en un mundo multipolar.
Sin embargo, esto no necesariamente implica una mejora en la estabilidad económica regional, y podría generar nuevas tensiones políticas y económicas.
El contexto de creciente inflación y condiciones financieras globales restrictivas también complica la implementación de una moneda común. La región enfrenta desafíos significativos, como el aumento de la inseguridad alimentaria y energética, que ya están afectando el crecimiento económico. Estos factores hacen que cualquier intento de integración monetaria sea aún más complicado y riesgoso.
Y es que, aunque la idea de una moneda común para América Latina tiene objetivos loables, las realidades económicas y políticas actuales hacen que sea una propuesta inviable. Las diferencias económicas entre los países, los desafíos históricos y las implicaciones geopolíticas complejas sugieren que la región no está preparada para una integración monetaria de este tipo.
¿Estarías de acuerdo con la implementación de una moneda única para Latinoamérica?
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Redacción MidPoint
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