¿Qué podemos aprender de la digitalización de otros países?

No hay duda en que la digitalización de Latinoamérica se aceleró con la llegada de la pandemia. Se hizo más evidente que nunca que era necesario que los diferentes sectores contaran con una estructura digital. Especialmente por parte del gobierno, era imprescindible que pudieran brindar servicios online a los ciudadanos, algo que no estaba en la lista de muchos países.
En este sentido, la digitalización del país es clave para el desarrollo y la recuperación de la crisis económica que trajo el COVID-19, pero esta debe ser aplicada en todos los sectores. No se limita a la conectividad o más personas con acceso a internet, sino que también influye en el número de personas no bancarizadas, en la posibilidad de obtener servicios del Estado a través de internet, mayor acceso a la información, entre otros.
El aspecto gubernamental es clave
La ONU ha elaborado el Índice de Desarrollo de Gobierno Electrónico, con el fin de medir cómo los países incorporan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación a la administración pública y la eficacia de los servicios en línea que brindan los gobiernos a sus ciudadanos.
De acuerdo con esto, la última publicación de junio 2020, colocó a Uruguay como el país latinoamericano con la mayor puntuación, es decir, con el mejor desarrollo de un gobierno electrónico, seguido de Argentina, en la segunda posición. Perú, por su parte, se encontró en el puesto 71, el último lugar de los ocho países latinos incluidos en el sondeo.
En los aspectos clave del desarrollo del gobierno electrónico en Uruguay, se destaca que fue el primer país en el mundo en implementar el Plan Ceibal (programa One Laptop per Child), así como otras políticas que han permitido que la brecha digital se reduzca considerablemente. Hace diez años, la brecha de acceso entre hogares más ricos y los más pobres era de 35%, mientras que hoy es del 8%.
En el caso peruano, si bien hoy en día muchos trámites ya están disponibles para realizarse por internet, la cantidad de personas que no tienen acceso a este recurso es considerable, por lo que todavía queda un largo camino por recorrer.
En el aspecto financiero
En el aspecto económico, una de las regiones que podría inspirar el desarrollo en el Perú y Latinoamérica es el Medio Oriente. En esta parte del mundo, uno de los principales desafíos era que una gran parte de la población era no bancarizada, así como una baja adopción de los servicios Fintech, por lo que varios países se reunieron para crear una iniciativa que tuviera como prioridad alcanzar estas metas.
En el caso de Perú, es visible que existe todavía una desconfianza en el entorno online, así como un reducido acceso a las nuevas tecnologías e internet. Y esto no solo sucede con los individuos, sino también a nivel corporativo. De acuerdo con el informe de CEPAL: Las oportunidades de la digitalización en América Latina frente al covid-19, en Colombia son 95% de empresas que están insertadas en la banca digital y en Ecuador estas representan un 47%, mientras que Perú escasamente alcanza el 34%.
¿Cuáles son los principales retos para el Perú?
Al igual que en Medio Oriente, alcanzar a la gran cantidad de población no bancarizada es el principal desafío, seguido por la desconfianza en los medios digitales. Para contrarrestarlos es vital lograr un mayor acceso de las personas a las nuevas tecnologías, y emprender campañas que permitan generar esa confianza en el internet y el aspecto digital.
Según Alfredo Mendiola, PhD en Administración y Director de la Maestría de Finanzas en ESAN, el Estado tiene una gran responsabilidad, no solo en los esfuerzos para acortar la brecha tecnológica en el país, sino también en incentivar la inversión Fintech y generar la confianza en los servicios digitales.
Mientras más se motive la inversión en las Fintech, se generarán más alternativas a los servicios tradicionales, que terminarán beneficiando a los usuarios peruanos.
Redacción MidPoint
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